El trabajo artístico consciente

El proceso artístico como acción de creación, es una práctica que nos exige construir y descubrir mientras se va generando una autoconciencia de nuestra persona y de nuestros mundos. Donde al final hay una encuentro con un objeto que es la manifestación de esa serie de acciones creativas y creadoras, dicho objeto, llamado obra artística, tiene el deber de darse, de compartirse a otros desde un espacio genuino desarrollado por el artista para invitar al espectador a tocar y comulga con la obra y consigo mismo.

Por esta razón propongo que ahondemos teórica y prácticamente en el proceso creador artístico, nos consideremos o no artistas, ofreciendo posibilidades al desarrollo humano y valiéndonos del desarrollo humano para empoderar la acción artística en las personas.

El arte es un lugar donde se aceptan todas las expresiones humanas, lo que se siente, se piensa, se desea, brota y se deja ver, el artista se ve descubierto y confrontado por sí mismo, entonces se abre la posibilidad de observar desde otro lado su propio ser y su realidad, como si al descubrir, descubriera… Y ¿Para que sirve esto? Por un lado la expresión profunda es una herramienta que ayuda a verse a sí mismo, a conocerse, y esto genera una relación más genuina con uno mismo y con la realidad, por otro lado, la expresión saca a la luz parte de la intimidad del artista que es la materia prima que ayudará a construir y a acercarse a su obra, en cada paso se va descubriendo y construyendo, un proceso infinito, no sabemos con exactitud lo que nos espera en el trabajo artístico como creadores.

Fátima Paola Arias Álvarez