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Reflexiones sobre la conciencia. Desde el escrito: La espiral de la conciencia de Cacho Xavier.

  • Foto del escritor: Fátima Arias
    Fátima Arias
  • 26 jul 2017
  • 4 Min. de lectura

Antes quisiera expresar palabras que han surgido, las cuales, no se si logre significarlas a todas en este escrito pero quiero hacerles mención como interrogantes con respecto al tema de la conciencia:

Tiempo,

Escucha,

Sentir,

Atención,

Conflicto,

Enfrentamiento,

Niveles de conciencia,

Poder,

Posibilidad,

Responsabilidad,

Conciencia-integración,

Inconciencia-desintegración,

Expansión.

Experiencia de vida en la mediad en que se hace contacto.

"La conciencia en su múltiple desenvolvimiento- reúne lo que podríamos ser, lo que somos y lo que podremos ser para nosotros mismo y para los demás.

Es la revelación sucesiva de la persona su propio ser y sus posibilidades a través de experiencias vivida." Cacho Xavier.

¿Como tomar conciencia sin experiencias vividas?

Por lo que la vida tendría que ser una experiencia, y la experiencia se tiene que vivir, la conciencia por lo que entiendo no se puede dar sin éstas dos: la vida y la experiencia.

¿Cómo tomar conciencia sin la escucha de la propia experiencia? entonces esto me lleva a una palabra que ha girado en este tema… “La atención”. Dejemos esto por un momento.

Cacho Xavier, habla de 4 índoles en la toma de conciencia.

1.- La capacidad de hacerse consciente de la naturaleza. De su orden y organicidad, el conocimiento creciente de ella como objeto y de la relación de dominio que va afirmándose entre yo y ella.

Al principio me pareció un tanto necio llamar a la naturaleza objeto, después el autor menciona “ Una relación de dominio entre yo y ella” es decir que no hay un dominador o un objeto determinado… si no que somos dominados y nos permitimos serlo en la medida en que nos relacionamos…

2.- La segunda índole se refiere a mi capacidad de hacerme consciente de la historia en las palabras de lo que yo mismo soy, (siento, pienso, afirmo, niego, dudo, prefiero, hago, creo, espero, planeo,) esto me hace consciente de mis condicionamientos, libertades y límites.

Luego el autor habla del tiempo… con respecto a conocer la historia, y la naturaleza…

El irreversible flujo del tiempo de los seres humanos (creado, transformado y dominado por ellos) la conciencia histórica es situarme, saberme y afirmarme parte del impenetrable todo de la humanidad…

Menciona que hay también un tiempo no culturalmente humano, es el tiempo-intiempo del micro y macrocosmo donde el humano no tiene derecho, por lo que tampoco tiene deber. Simplemente se es. Pero por lo pronto es necesario reconocernos como historia dentro del tiempo-humano.

Por lo que me lleva a pensar que reconocernos como historia es reconocernos como finitos. Siempre finitos… y si quitamos nuestra historia como algo que nos define… ¿Podremos ser infinitos?

¿El saber que podemos quitarnos la historia nos obliga a sentirnos siempre en presente…?

Entre mas leo sobre la conciencia siento que... entre más conciencia menos dolor… pero… mis procesos sobre el ser-consciente me han dolido… es como confrontarme a mi misma, y eso duele.

También las cosas gozosas con conciencia se disfrutan y se saborean mejor.

Parece ser que el proceso de conciencia es inacabable, y no es vertical, es horizontal. Lo que se expande, entonces, no es el “crecimiento de mi ser” si no la expansión de la experiencia que tiene mi ser.

3.- La conciencia de alteridad. Caer en cuenta que las personas con quienes vivo y existo no son iguales a mi, “Hasta saber amoldarme e ellas” para con-vivir, y co-existir, con-partiendo lo que soy, lo que tengo y lo que puedo.

Mi desarrollo consciente relativo a los otros influye tanto en mi, que yo nunca me conocería, amaría, y existiría humanamente sin los otros. “La alteridad son los otros”

4.- La conciencia de Dios.

Se trata del proceso inacabable de ir comprobando que nuestro crecer- y- decrecer, saber-más y poder-menos, querer lo mejor y no poder asirlo, constituye nuestra experiencia de Dios, absoluta, el infinito que nos reclama para sí. La verdad y la vida, el amor y la paz, la confianza y la sabiduría no son nada sin El, o sería inconmesurables, monstruos falaces a quienes nosotros no sabríamos ni podríamos si quiera desenmascarar para ser conscientes de que nada vale y nuestra vida no tiene ningún sentido ni hoy ni mañana.

Confieso que esta parte de Dios, y la conciencia de él, me es difícil…. sin embargo las palabras: Dios y Amor han estado girando alrededor de mi en estos últimos meses y, con respecto a esta conciencia es como si Dios fuera el sentido, y entonces existe la Nada y El Todo y Dios es el todo…

Es como compartir y confiar en el Todo…

Tengo la sensación no clara que encontrar a Dios es dejarse vivir…. Es abrir las manos, y confía… en el movimiento y el espacio… algo así.

Al final entonces… si la conciencia no pudiera expandirse, nos declararíamos seres totalmente presos de un destino determinado, y no existirá sentido de vida, así como tampoco la llamada libertad. Es decir la libertad y la expansión de la conciencia están unidas.

Fátima Paola Arias

P.D.

Y sobre la "Atención" creo que es una práctica que requiere valor para estar en contacto con nuestro presente que es el mejor medio para sentir o expandir nuestra conciencia.

Referencia Bibliográfica

Cacho, X. La espiral de la conciencia. Cuadernos de reflexión universitaria. No. 5. México. Ed. Universidad Iberoamericana


 
 
 

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